miércoles, 19 de diciembre de 2007

Berberecho Salvaje

Seguro que es un tema apasionante, al menos hay 10.400 entradas en google que se refieren a él, pero siendo un poco críticos a simple vista 9 de cada 10 entradas se refieren al berberecho salvaje como algo aburrido sobre lo que desvariar cuando no sabes de qué y 9 de cada 10 dentistas recomiendan un uso moderado del mismo (fuente desconocida así que puede ser engañosa, no tomar al pie de la letra) y 10 de cada 9 dermatólogos recomiendan el uso compartido (fuente no confirmada tampoco) y 7 de cada 10 personas trabajando ahora mismo están deseando salir del trabajo (no hace falta confirmar esta fuente).
El caso es que a media hora de salir me he quedado sin grapas y mi papelera está llena y mis neuronas acalambradas del esfuerzo y mi visa sigue en cuarentena y hace un frío del carajo y todo el mundo en el msn está pensando en sus vacaciones y yo ya no puedo coger más y desde aquí intuyo los atascos en los centros comerciales para comprar regalos (ese espíritu navideño-consumista que nos atrapa en estas fechas...) y bueno, que Ángeles sugiere que hable de la reproducción del berberecho salvaje y como me pilla un poco a desmano el tema he intentado documentarme...si es que no he visto entrada ni el la wikipedia ¬¬, así que difícilmente puedo hablar de algo que desconozco, pero seguro seguro que tienen una vida sexual apasionante y merecedora de un documental de tres horas por lo menos proyectado a cámara lenta para poder analizarlo a fondo. El problema es que deben ser los grandes incomprendidos, porque hay pocos artículos que hablen de su reproducción en proporción con los que hablan de su cría, por lo visto tiene que ser bastante difícil "domesticarlos", así que si estábais pensando en regalarlo estas navidades como animal de compañía, mejor pensad en otra cosa, que luego se llenarán las alcantarillas de berberechos salvajes y sufriremos subidas de impuestos revolucionarios para paliar la invasión de las tripas de nuestras ciudades.
Estais avisados

miércoles, 12 de diciembre de 2007

Regalando posesiones

Por falta de tiempo para dedicárselo, regalo gripe en perfecto estado.
Sus datos básicos son:
  • No es de aquí, así que a lo mejor por eso no se entiende con la medicación con la que intento deshacerme de ella.
  • A veces es molesta sobre todo cuando me hace llorar por la congestión, pero eso también es solucionable.
  • En ocasiones hace subir la fiebre, pero eso se arregla con un poco de cama, ningún problema tampoco.
  • Viene acompañada de una ligera tos, pero he encontrado el jarabe milagroso que además debe tener entre sus compenentes algún tipo de droga espídica y encima legal (!!!!), todo un descubrimiento.
  • Cuando menos te lo esperas te deja sin voz y el resultado es que parece que hayas salido hasta las 7 de la mañana el día anterior, cuando lo que quieres es meterte en la cama y no salir en dos días.

¿Por qué me deshago de ella?, pues porque 7 días intensivos destrozan a cualquiera; porque me estoy quedando seca de tanto llorar; porque mi voz, a veces, se vuelve irreconocible cuando sale el "alien" que todos llevamos dentro; porque debería empezar a buscar un nombre para ella después de tanto tiempo juntas y no se me ocurre ninguno mejor que "inoportuna"; porque necesito dormir algo sin tener alucinaciones por la fiebre; porque me gustaría levantarme por la mañana después de haber dormido más de 3 horas seguidas; porque me estoy gastando el presupuesto del mes en kleenex y desenfriol; porque...no hay más "porques", simplemente la regalo. Interesados preguntad aquí.

lunes, 10 de diciembre de 2007

LondON one more time

Pues otra vez Londres si, porque hay ciudades que atrapan desde la primera vez que las visitas y Londres me tiene prisionera desde el día que la pisé.



Con un generoso Merry Christmas me recibió la ciudad en forma de taxista desubicado y en ese tiempo que he pasado allí lo he tenido todo, mi visa es la que ha sufrido este capricho de invierno y también mi cuerpo que ha cogido cariño a la gripe londinense y no quiere dejarla marchar.


Sol de sábado para disfrutar la cúpula del British y tarde de frío para perderse entre Covent Garden y el Soho. Experiencia mística la de Picadilly Line con un "keep walking" en pleno andén como si al fondo hubiera sitio, que no dejaba escuchar el mítico "mind the gap". Luces navideñas a las 5 de la tarde, que para eso anochece tan pronto. London Eye iluminado y al fondo las Casas del Parlamento para chocarnos con una de las cientos de pistas de hielo que se pueden disfrutar por la ciudad. Huida de la concentración de personas a la salida de los musicales y frío compulsivo por cualquier calle.



Lluvia de domingo para recordar la fama de la ciudad, lluvia y viento, ningún paragüas nos sirve así que disfrutamos de la Tate con el "chof chof" de las zapatillas encharcadas. Tiempo el justo para deambular por Oxford Street hasta la tienda Apple y jugar con el nuevo aparato el iPhone (aún en proceso de analizar si "lo necesitamos" realmente para nuestras vidas). De nuevo caos en el metro y líneas que no llegan a donde debrían ir, así que nos mimetizamos con el ambiente y autobús hasta la exposición de Tutankamon (im-presionante), carrera contrarreloj hacia Victoria Coach Station entre taxi y metro y nos despedimos hasta 2 días después.


Lo que quedó después fue puro vicio y relajación, mi familia y las compras debilidades lo mires por donde lo mires. Así pasé dos días más en esa ciudad, rodeada de mis sobrinos encantadores..., de las palabras a medio camino entre el español y el inglés del mediano..., de la pequeña gateando y casi poniéndose de pie ya..., de la mayor y su cara de querer aprenderlo todo en poco tiempo con la inocencia de una persona propia de su edad..., de los cafés con mi hermana y las conversaciones que no tenemos por la distancia.... Asi que cuando cogí el autobús a Bristol para reunirme otra vez con Ángeles, me entristecí, esta vez me costó mucho más irme y esta vez quise haber pasado más tiempo en esa que empieza a ser mi segunda ciudad. Así que empiezo a jugar con el calendario del 2008 y a buscar posibles huecos para volver en un futuro no muy lejano (al menos eso espero).