Mondays

Aaaaaaaaaaagggggggggggggggghhhhhhhhhhhhhh, que duros son los lunes. La bromita del despertador a esas horas de la mañana, el atasssssssssssssco de la muerte que había hoy por ejemplo, las caras de sueño de todos en la oficina, aunque siempre hay uno que parece que está deseando que llegue el lunes para empezar a trabajar. El trabajo que se te quedó pendiente el viernes y decidiste en su momento que el lunes lo verías con mejores ojos. Las prisas de los que aún no se han enterado que los lunes deberían ir con otro ritmo...

Puf, menos mal que en anda acabamos el lunes

La edad de la ignorancia

Rara, la película es rara. La vida de un hombre desencantado con lo que tiene, su "vida es una mierda", su trabajo le asquea, su mujer no se acuesta con él desde hace años, sus hijas adolescentes le ignoran. Inventa un mundo de fantasía al que recurrir en sus momentos de evasión, donde él es el protagonista de sus propios sueños llenos de éxitos, alejados de su mundo real gris. Hay que superar los primeros minutos de la película y darle una oportunidad, para entender el humor y dejar que la historia de este hombre te atrape.

Comedia y drama en una misma película son difíciles de llevar o de sobrellevar y sin llegar a ser ninguna obra maestra de ninguno de los dos géneros, el resultado son unas risas agradables ante las situaciones inverosímiles que el protagonista inventa y un sentimiento de solidaridad con las "penas" que atraviesa.

Nota: 7

TITULO ORIGINAL L'Age des ténèbres
AÑO 2007
DURACIÓN 108 min.
PAÍS Canadá
DIRECTOR Denys Arcand
GUIÓN Denys Arcand
MÚSICA Philippe Miller
FOTOGRAFÍA Guy Dufaux
REPARTO Marc Labreche, Diane Kruger, Sylvie Léonard, Caroline Neron, Rufus Wainwright, Macha Grenon, Emma de Caunes, Didier Lucien, Rosalie Julien, Jean-René Ouellet

Happy

If you happy, I´m happy

Delhi, no apto para todos los públicos (I)

Delhi te recibe después de unas largas horas de avión, en las que no sabes muy bien cómo emplear el tiempo, te vuelves loco para seguir alguna película o directamente te rompes el cuello buscando la postura adecuada para echar una cabezadita. Por eso, cuando por fin llegas a Delhi, recoges con entusiasmo tu mochila de la cinta de equipajes y sales al exterior del aeropuerto, el golpe de humedad, calor y cambio te sacude en el estómago. Sumado al cansancio del viaje, es cuando por primera vez en los siguientes 20 días te dices a ti misma, "al año que viene me viene me voy a un todo incluido a que me cuiden", que nadie se asuste, que sólo es un comentario producto del cansancio.

Si el calor y la humedad te golpea el estómago, subirte en un taxi para que te deje en el hotel (ésto recomiendo hacerlo o puedes bloquearte nada más bajar del avión con tanta oferta) es toda una experiencia a los sentidos. A la vista porque intentas seguir el tráfico caótico con los ojos y éstos acaban bizcos de intentar lo imposible; al tacto porque en cada curva sientes como cada célula de tu cuerpo intenta agarrase donde sea con tal de no volcar sobre ti misma; al gusto porque el aire acondicionado de allí son las ventanillas bajadas del todo y tragas mierda casi sin pestañear; al olfato porque de repente aparecen una multitud de olores que cambian de malo a peor dependiendo del barrio por el que se meta el coche; y por último al oido porque Delhi es sin duda el festival del ruido.

Delhi no pudo con nosotras, ni siquiera los mil y un intentos de estafarnos, pero de momento me centro en que no es una ciudad apta para todos los públicos.

Eivissa

He vuelto, pero volver al trabajo ha sido casi tan duro como hacerlo después de tres semanas perdida por India. Ha sido un mini puente increible, con un tiempo también increible y una compañía inmejorable y es que de nada sirve irte a un sitio como Ibiza, si no tienes a unos auténticos anfitriones que te enseñen cada rinconcito de la isla, de su isla. He tardado cerca de tres años en dejarme ver por allí, pero llevo ya dos días haciendo campaña para volver y volveré, al menos antes de que se vayan definitivamente de allí. Ya verás que sí.

Last call

Dando señales de vida al público agradecido que día a día sube mi contador del blog, a pesar de no tener entradas nuevas desde hace...un mes!!!. Es lo que tiene el verano, te largas de vacaciones, vives situaciones nuevas, a veces conoces lugares increibles (India merece una entrada o más de una para poder medio contar la infinidad de situaciones surrealistas que vivimos allí), echas de menos ciertas comodidades que te da la vida cotidiana y lo que no son comodidades también y sobre todo desconectas del trabajo, de lo que no es trabajo, de la Inquisición... de movidas que se acumulan en el primer semestre del año casi sin darte cuenta. Mente libre. Good karma.

Antes de que me alcance la depresión postvacacional y la vuelta a rollos que continuan a pesar del parón veraniego y sobre todo la dura vuelta al trabajo, aprovecho los últimos grados benignos de este corto verano, para coger un vuelo derechito a Ibiza, Isla Blanca, destino pendiente desde hace casi 3 años. Así que, siguiendo los destinos que empiezan por "I", última llamada para el vuelo de Iberia con destino Ibiza.