lunes, 26 de noviembre de 2007

Defensa de la Alegría (Mario Benedetti)

Defender la alegría como una trinchera
defenderla del escándalo y la rutina
de la miseria y los miserables
de las ausencias transitorias
y las definitivas
defender la alegría como un principio
defenderla del pasmo y las pesadillas
de los neutrales y de los neutrones
de las dulces infamias
y los graves diagnósticos

defender la alegría como una bandera
defenderla del rayo y la melancolía
de los ingenuos y de los canallas
de la retórica y los paros cardiacos
de las endemias y las academias

defender la alegría como un destino
defenderla del fuego y de los bomberos
de los suicidas y los homicidas
de las vacaciones y del agobio
de obligación de estar alegres

defender la alegría como una certeza
defenderla del óxido y de la roña
de la famosa pátina del tiempo
del relente y del oportunismo
de los proxenetas de la risa

defender la alegría como un derecho
defenderla de dios y del invierno
de las mayúsculas y de la muerte
de los apellidos y las lástimas
del azar
y también de la alegría

2 comentarios:

Marisa dijo...

cada noche de insomnio vuelve este poema...

Anónimo dijo...

Si en tus noches de insomnio evocas la alegría, si incluso, en ocasiones, te decides a escribirme y si hasta cenas algo, voy a terminar deseando que no terminen nunca o, al menos, que no desaparezcan por completo...